Me introduzco en el “mundodisco” de Terry Pratchett gracias a un buen amigo. He de decir que, con la única excepción de las aventuras de Harry Potter que me acompañaron a largo de mi niñez y posterior adolescencia, no soy aficionada a las novelas de fantasía. Con todo, siempre me ha gustado probar nuevas lecturas, géneros y escritores, motivo por el cual acepté el préstamo de Ritos Iguales.
Ante la inminencia de su muerte, Tambor Leño acude a Culo de Mal Asiento, situado en las Montañas del Carnero, con el fin de pasar su magia a un nuevo sucesor. Allí se encuentra con el herrero, un octavo hijo que está esperando a su vez a su octavo hijo. En base a la tradición, será él quien deba heredar la magia. No obstante, la sorpresa es mayúscula cuando Yaya Ceravieja, personaje de capital importancia a lo largo del libro, aparece con el sucesor, que en su lugar resulta ser sucesora.
Como no podía ser de otra manera, existe una tradición al respecto que menosprecia a las mujeres, impidiéndoles que puedan ser “magos”, ya que como bien dejan claro, su mente sería incapaz de entender la complejidad de tal magia. Por esta razón, se deben limitar a ejercer la brujería.