El libro sobre el que quiero hacer la crítica hoy es Un mundo sin fin. Seguro que todo lector que esté leyendo este blog lo conoce puesto que es un gran best seller en todo el mundo que viene de la mano del archiconocido Ken Follet.
La sinopsis sobre este libro es esta: El día después de Halloween de 1327, cuatro niños se escabullen de ciudad de Kingsbridge. Son una ladronzuela, un abusón, un pequeño genio y una niña que sueña con ser médico. En el bosque ven como dos hombres son asesinados. Al crecer, sus vidas se verán entrelazadas a causa de la ambición, el amor, la codicia y la venganza. Conocerán la prosperidad y el hambre, enfermedades y guerra. Uno de los chicos viajará por todo el mundo para terminar volviendo a casa, mientras que el otro se transformará en un noble poderoso y corrupto. Una chica desafiará al poder de la Iglesia medieval y la otra perseguirá un amor inalcanzable. Pero siempre vivirán bajo la alargada sombra del asesinato que presenciaron de niños en aquel profético día. El Mundo sin Fin es la secuela de Los Pilares de la Tierra, pero no importa en qué orden las leas. El segundo libro está ambientado en la misma ciudad, Kingsbridge, pero tiene lugar doscientos años después.
Desde mi propia experiencia, Un mundo sin fin fue un descubrimiento en cuanto a novela histórica y medieval se refiere, hecho que hizo que me interesaran más los libros sobre esta temática. Me cautivó ya de por sí Los Pilares de la Tierra pero, sin duda alguna, recuerdo este libro con mucho más entusiasmo. Esta novela te acerca a la antigua cultura medieval inglesa sumergiéndose en una historia entrelazada entre diversos personajes que te mantiene en vilo y que proporciona unos giros bastante inesperados. La historia de amor de los personajes Merthin y Caris es preciosa, llena de trabas que les impide estar juntos y eso, en mi opinión, la hace aún más especial. También nos encontramos con enfrentamientos entre monarquías y condados, las costumbres eclesiásticas de aquella época y los problemas que acarrea el hecho de relevarse a las autoridades, todo ello con un desenlace que no deja indiferente a nadie.
Hace varios años que lo leí pero tengo a este libro bastante presente. Tengo que avisar que no es un libro de lectura rápida y ágil y en ciertos momentos puede hacerse hasta un poco pesado cuando el autor se recrea en ciertos aspectos arquitectónicos o paisajísticos pero, salvando estos mínimos inconvenientes, es un gran placer para todos los amantes de la narrativa histórica.
Para terminar, quería destacar que este libro ha sido objeto de una serie televisiva que, a su manera, plasma las vivencias más destacadas del libro, sin profundizar demasiado. Personalmente, nada nunca como la imaginación propia de una buena lectura.
Lydia
Impresionante descripción! no hay mejor manera tan breve, sencilla y fácil de entender para describir este increíble libro
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