Lugar: Alicante
"Mi mujer trabajaba en un edificio de oficinas. Un día, hablando con el portero de allí mi mujer le comentó que yo tenia muchos libros porque me gustaba leer y el portero le dijo si le podria prestar El código Da Vinci porque queria leerlo. Mi mujer me lo dijo y yo claro se lo tuve que dejar pero sabia que tendria pocas posibilidades de regreso. Efectivamente, estaba en lo cierto y al poco tiempo trasladaron a ese chico de alli con la consecuencia de que aún a dia de hoy no lo tengo. Mi mujer me dijo que me lo regalaría pero aun estoy esperando que lo haga…".
Juan Luis, desde luego, la confianza da asco jajajajjaja
ResponderEliminarque mala pata jajajajaja
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