4 de agosto de 2015

CANCIONES DE AMOR A QUEMARROPA, Nickolas Butler (Libros del Asteroide, 2014)

    Hay títulos que nada más escucharlos o leerlos, te atraen de una manera irracional. Por eso es tan importante escoger un título que sea potente, que cree una buena primera impresión en el futuro lector/a. Y eso es lo que me pasó con Canciones de amor a quemarropa, de Nickolas Butler.

    No obstante, su título no debe inducirnos a engaño, ya que no se trata de una típica historia de amor. Hay amor, pero amor por los orígenes, por las raíces que nos unen a un determinado lugar del planeta y no a otro, y amor por los/as amigos/as. Aunque también hay amor, amor del típico.

    Canciones de amor a quemarropa nos cuenta la historia de un grupo de amigos/as, que nacen y crecen en Little Wing. Este pueblo de pocos habitantes es el nexo en común que une desde sus primeros años, las tan dispares vidas que acaba llevando cada uno/a de ellos/as.

    Cada uno de los capítulos está narrado por uno/a de los/as protagonistas. De esta forma, nos encontramos con Henry, que representa la parte más "tradicional", por así decirlo, ya que decidió seguir los pasos de su padre, permaneciendo en el pueblo y dedicándose a la granja familiar; Beth, casada con Henry, cuyas aspiraciones de salir del pueblo y labrarse una carrera se fueron esfumando con el paso de los años; Ronny, dedicado profesionalmente al rodeo, lo que le da una posición y un renombre que se ve obligado a perder tras un incidente que cambia su vida para siempre; Lee, cuya carrera musical le ha dado mucha más fama de la que jamás habría llegado a imaginar, aunque a pesar de ello siempre que tiene un hueco no puede evitar volver al lugar que le vio crecer, el único sitio donde verdaderamente se siente agusto; y por último, Kip, el miembro más distanciado del grupo, cuya vida como corredor de bolsa lo convierte en un ser frío, una armadura que tras su regreso a Little Wing se va desarmando poco a poco.

    Una historia de un grupo de amigos/as llena de nostálgicas historietas, que van aflorando a lo largo del libro, pero también llena de secretos y amores ocultos que amenazan con salir a la luz.
    
    Se trata de un libro lleno de pureza, la cual destila tanto de los propios personajes como del entorno que los envuelve, que tiene algo tan mágico y especial que lo hace diferente y le da un cierto toque de encanto. Un escenario completamente rural, en cuyo ambiente predomina ese olor tan puro de los cultivos y los bosques, los animales y los atardeceres. Una historia que te hace evocar en tu mente una banda sonora que fusiona la música indie y country.

    Un libro escrito con corazón, que te enamora y te atrapa desde sus primeras páginas. Una lectura fresca y diferente, de esas que amenazan con permanecer en tu memoria con el paso de los años. Sin duda, pasa a engrosar la lista de libros que recomendaré a todos/as aquellos/as que me pregunten en busca de una nueva lectura.

FRASE DESTACADA
  • “Creemos que el mundo es constante, que, bajo nuestros pies, vaga por el espacio día y noche, con lluvia y con sol. Y llega el día en el que te caes del planeta y empiezas a flotar en el espacio exterior, y todo lo que te parecía cierto, todas las leyes que antes habían regido tu vida, todas las reglas y las normas que mantenían las cosas en su sitio, que te mantenían a ti en tu sitio, han desaparecido. Y ya nada tiene sentido. Adiós a la gravedad. Adiós al amor”.

Verónica.

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